“Libertad, igualdad, curiosidades”: un verano para sumergirse en el Sena
A partir del 5 de julio, se crearán tres zonas de baño en el Sena de París. Esta es la culminación de un proyecto de gran envergadura. Durante más de cien años, el buceo en el río ha sido ilegal. Pero ¿asistirán los aficionados?, se pregunta el periódico belga Le Soir.
¿Cuántos se pondrán el traje de baño este verano? ¿Se llenará el Sena de bañistas como la circunvalación de coches en hora punta, o serán rechazadas por parisinos y turistas? Esa es la gran incógnita.
En la orilla, quienes conocimos hace poco se enfadaban ante la idea de zambullirse en el río. "¿Para coger bacterias y arruinarme las vacaciones? ¡No, gracias!", preguntó con una mueca una mujer belga que pasaba. ¿Quién sabe? Esa misma gente también se enfurruñó en los Juegos Olímpicos del año pasado antes de que el pebetero, una vez encendido, llevara a la ciudad a un encantador paréntesis de verano...
A partir del 5 de julio, se habilitarán tres zonas de baño. El acceso a cada una es gratuito. La más grande se ubicará frente a la Biblioteca Nacional de Francia, cerca del Parque de Bercy. Trescientas personas podrán refrescarse allí, además de las 400 que podrán relajarse en un solárium. La segunda se inaugurará cerca de la Île Saint-Louis.
El último, casi enfrente de la Torre Eiffel, se instalará a la altura de la Île aux Cygnes. El proyecto Paris Plages nunca ha tenido un nombre tan acertado. También se desarrollarán zonas de baño en el Marne (el principal afluente del Sena), especialmente en Joinville-le-Pont, el bucólico lugar de los cafés al aire libre.
Esta es la culminación de un enorme proyecto cofinanciado por el Estado y la Ciudad. Han pasado casi diez años desde que comenzaron las obras de saneamiento del Sena. Se necesitaron 1.400 millones de euros para afrontar este reto. El año pasado, los atletas y paraatletas de París 2024 fueron los primeros en dar el salto . Pero los promotores de este proyecto alucinante nos aseguran que la calidad del agua será incluso mejor que durante los Juegos Olímpicos de 2000.
Courrier International